domingo, 5 de enero de 2014

Epifanía del Señor Jesucristo

Lecturas del día
Isaías 60: 1-6, 9
Salmo 72: 1-2, 10-17
Efesios 3: 1-12
EVANGELIO:  San Mateo 2: 1-12

A lo largo del Tiempo Litúrgico de Epifanía,
que se extiende desde este domingo hasta el Miércoles de Ceniza (comienzo de la Cuaresma) nuestra meditación se centrará en  los siguientes aspectos:
* La infancia y juventud de Jesús: un tiempo de crecimiento humano y de preparación para la Misión.
* La progresiva “toma de conciencia” por parte de Jesús de su condición mesiánica y de su propia identidad como Hijo de Dios y Salvador del Género Humano.
* El simbolismo de la Luz: como leímos en Juan I: 9, “la luz verdadera que alumbra a todo hombre, venía a este Mundo”.  Sabemos que las Tinieblas siempre tratan de apagar la Luz y así sucedió desde el principio (episodio de Herodes y los Magos y la Matanza de los Inocentes).

Es importante darse cuenta de que fueron los más sencillos (LOS PASTORES) y los más inteligentes (LOS MAGOS o SABIOS) los que con mayor facilidad reconocieron a Jesús y le adoraron.

También en nuestros días son los más sencillos quienes experimentan con mayor facilidad la presencia y la ayuda de Dios, tal vez porque carecen de las ventajas que proporciona una buena posición económica y social y eso les mueve a buscar apoyo antes en Dios que en los hombres.
Por eso, la misión de Jesús estuvo en buena  parte enfocada a ellos. Y también lo está la misión actual de la Iglesia.

Por su parte, los más sabios son aquellos que, despreciando la ciencia de este Mundo, buscan al Autor de todas las cosas, estando dispuestos a sacrificar muchas ventajas materiales que fácilmente podrían obtener si se plegaran a las conveniencias sociales.

Quedan entremedio de ambos grupos muchas "personas normales" que, paradójicamente, no están en una posición favorable para con Dios, porque creen que no le necesitan y que con sus propias fuerzas pueden sobrevivir y triunfar. A este tipo de personas les es a veces necesario experimentar algún quebranto económico, de salud, etc, para que su autosuficiencia sea quebrantada y desde una posición de humildad puedan volverse a Dios, depositando en El toda su confianza.

INTERPRETACIÓN DE LAS OFRENDAS DE LOS SABIOS DE ORIENTE

ORO: símbolo de la realeza y, por lo tanto, de la superación de todo comportamiento vil.
- Ayúdanos Señor a ser verdaderos y honestos, a eliminar el egoísmo, la manipulación y la venganza de nuestra comportamiento.

INCIENSO: símbolo de las realidades espirituales y, por lo tanto, del sacerdocio.
- Ayúdanos Señor a elevar nuestra mirada al Cielo para poder librarnos de un excesivo apego a los bienes y placeres de este Mundo.

MIRRA: símbolo del profetismo y del espíritu de sacrificio.

- Ayúdanos Señor a identificar las causas nobles y justas y a comprometernos con ellas.

Elaborado por José Luis Mira