martes, 3 de junio de 2014

7mo. Domingo de Pascua – Día de la Ascensión


LECTURAS:Hechos 1: 1-14
Salmo 47
Efesios 1: 15-23
EVANGELIO San Juan 17: 1-11

El texto de Hechos, atribuido a San Lucas, nos relata lo que sucedió a continuación de lo narrado en su Evangelio y cómo Jesús pasó preciosos momentos con sus discípulos, confirmándolos en la fe y dándoles instrucciones hasta muy poco antes de su Ascensión. Recordemos también que Jesús había anunciado a sus discípulos que Él les tenía que dejar para prepararles lugar en la Casa de Su Padre (Juan 14:1-4).

Los discípulos seguramente se sintieron tristes cuando Jesús les dejó, y probablemente oraron a Dios en busca de consuelo. Luego, obedeciendo a Jesús,  marcharon a Jerusalén para esperar la promesa de la venida del Espíritu Santo. Me agrada pensar que ese tiempo de oración de los discípulos fue probablemente una de las primeras reuniones de oración de la Iglesia Cristiana primitiva.

En la Carta a los Efesios, San Pablo les dice a los habitantes de Éfeso (hoy Turquía) que daba gracias a Dios porque ellos habían puesto su fe en Jesucristo y su compromiso estaba dando frutos maduros de amor hacia los miembros de la congregación y hacia todos los creyentes.

En el Evangelio que hemos compartido, Jesús pide a su Padre ser glorificado en el Cielo en correspondencia a su continua glorificación del Padre en la Tierra. Es interesante estudiar el significado de la palabra "gloria". Encontré lo siguiente: adoración, alabanza, belleza y felicidad en el cielo, acción de gracias, bendición, gratitud, homenaje y veneración.




Jesús sufrió mucho y le fue concedida la Gloria de la Resurrección. También recibió la Gloria de la Ascensión al Cielo y todavía más Gloria cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos y se estableció la Iglesia Cristiana. Como dijo San Pablo: "La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todos" (Efesios 1:23).

En las lecturas vemos que Jesús oró por sus discípulos y por todos aquellos que habrían de creer en Él. La oración de Jesús es también por nosotros, y puedo sentir la profundidad del amor y la compasión de Jesucristo por aquellos discípulos y también por nosotros.

Oremos para que nuestra fe se renueve y podamos experimentar el Espíritu Santo en nosotros, cuando celebremos el próximo domingo la fiesta de Pentecostés. Demos gloria a Dios por el profundo amor y compasión de Jesucristo para con nosotros, en especial cuando cometemos errores y no somos capaces de reconocerlos. Demos honor y alabanza a todos los apóstoles y santos que han dado su vida por la fe cristiana y por los que soportan  persecución en los tiempos actuales. Amén.

Autora: Gwen Hamilton-Warner


Este Reino


Canción: Su Reino
Artista: Ingrid Rosario
Web: http://www.ingridrosario.com/