domingo, 8 de noviembre de 2015

La generosidad: Impronta Divina

32.DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 
32. DIUMENGE DEL TEMPS ORDINARI 


LECTURAS
1 Reyes 17: 8-16
Salmo 146
Hebreos 9: 24-28
EVANGELIO:  San Marcos 12: 38-44

Nos cuesta mucho creer que Dios bendice la generosidad, que aquello que le ofrendamos será multiplicado ... A algunos les cuesta dar su dinero, a otros su tiempo. Nos atormentamos pensando sólo en nuestros propios recursos, cuando es en la Providencia Divina donde deberíamos poner siempre el énfasis.




Por otra parte, Dios no nos pide una generosidad abstracta: hemos de ser generosos con las personas concretas que pone en nuestro camino, siendo la principal muestra de generosidad el aceptarlas tal y como son. Esto supone, muchas veces, un gran esfuerzo porque nos gustaría cambiarlas, hacerlas más parecidas o compatibles con nosotros. Pero el reto está en valorar lo que son y en tratar de ayudar, muchas veces desde  nuestra propia insignificancia (Evangelio).

Por supuesto, la generosidad también consiste en que sepamos disculpar y pasar por alto sus imperfecciones, de la misma manera que Cristo se entregó para que Dios pudiera "pasar por alto" nuestra terrible culpabilidad, brindándonos una reconciliación gratuita, que se traduce en "amistad" sincera.

Si Dios ya no se comporta con nosotros como juez severo e insobornable, también nosotros debemos ir corrigiendo nuestra tendencia a juzgar y a condenar a los demás, cada vez que no piensan, hablan o actúan como a nosotros nos gustaría.

No nos olvidemos, por otra parte, de ser generosos con Dios, ofreciéndole cada domingo el Culto debido y manteniendo encendida, mediante la oración y la práctica de los sacramentos, la llama divina de su Amor.

Finalmente: no olvidemos a esa categoría de personas a las que Dios mira con especial afecto: las viudas, los huérfanos ..., en general todos aquellos que dependen de los demás -y a veces concretamente de nosotros- para poder sobrevivir. Sin duda, la recompensa de Dios será espléndida.

Conmemoración de San Andrés (10 Nov)
"Dios todopoderoso, que diste a tu apóstol Andrés una gracia tal que prestamente obedeció la llamada de tu Hijo Jesucristo y trajo a su hermano con él. Concédenos la gracia suficiente para seguir a Jesús sin demora y traer a su bondadosa presencia a aquellos a quienes amamos. Amén"

Elaborado por José Luis Mira Conca