lunes, 16 de noviembre de 2015

La Profecía del Fin (Primera Parte)

32. DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
32. DIUMENGE DEL TEMPS ORDINARI 
LECTURAS
Daniel 12: 1-4a (5-13)
Salmo 16
Hebreos 10: 31-39
EVANGELIO:  San Marcos 13: 14-23

La Profecía del Fin (Parte 1)


Representación de la visión profética basada en el Libro de Apocalipsis
Cuando llegamos al final del Año Litúrgico, las lecturas nos hablan del Final de los Tiempos: de la Segunda Venida de Jesús (Yeshua) y del Juicio Final.

Es éste un tema favorable a muchas interpretaciones, lo cual es comprensible dada la complejidad de los textos, llenos de imágenes y de símbolos, propios del llamado "lenguaje profético".

Pero tan absurdo sería tomarlo todo al pie de la letra como considerar dicha profecía (o profecías) como una novela de ciencia ficción cuyas predicciones nunca se van a cumplir, porque son simples metáforas y no hay nada "sustantivo" bajo ellas.

En cualquier caso, las señales precursoras del Fin se multiplican en nuestros días. Siempre serán insuficientes para aquellos que "no quieran entender", pero suficientes y más que suficientes para "los entendidos" (Daniel 12: 10b).

Hay dos elementos que aportan una especial complejidad a este tema. El primero es que en la Profecía, van unidas -a veces de manera inextricable- referencias próximas a la época de Jesús (cumplidas en el contexto de la sublevación contra los romanos y la consiguiente profanación y destrucción del Templo de Jerusalén) y referencias que apuntan a la Segunda Venida de Jesús y el Fin de los Tiempos propiamente dicho.

El segundo elemento a tener en cuenta es la dificultad en relacionar determinadas predicciones, bien con el devenir del Pueblo Judío (o el conjunto de Israel, en terminología bíblica) o bien con el devenir de la Iglesia Cristiana.

Todavía puede complicar un poco más las cosas, el hecho de que el cumplimiento de las profecías puede realizarse en forma analógica o simbólica (véase por ejemplo la alusión de Jesús a Juan el Bautista como el profeta Elías que había de regresar en Mateo 11: 13-14, corregida o matizada en Lucas 1: 13-17).

En cualquier caso, debemos insistir en que, cada día que pasa, el cumplimiento de la Profecía se aproxima y debemos tomar muy en serio nuestra santificación, poniendo nuestra mirada en la grandiosa recompensa que espera a los que se mantengan fieles a Jesús, en medio de la adversidad e incluso de la persecución abierta.

OREMOS por una mejor comprensión de las Sagradas Escrituras, lograda a través de su estudio y de la iluminación procedente del Espíritu Santo.


Elaborado por José Luis Mira Conca