sábado, 30 de enero de 2016

Caná de Galilea y el Primer Milagro de Jesús


LECTURAS:
Isaías 62: 1-5
Salmo 96: 1-10
1 Corintios 12: 1-11
EVANGELIO: San Juan 2: 1-11

El primer milagro de Jesús en Caná de Galilea


La lectura del Evangelio de Juan, relata el primer milagro de Jesús  en unas bodas que se realizaban en Caná de Galilea. Y nos preguntamos,  por qué ocurre el primer milagro de Jesús en Caná y en qué consiste el primer milagro de Jesús.  A continuación presento las respuestas  que he encontrado durante la meditación de las lecturas.

I. Por qué ocurre el primer milagro de Jesús en Caná

1) Una razón la podemos encontrar en el mismo pueblo de Caná.

Caná de Galilea estaba ubicada muy cerca de tres ciudades que tenían los habitantes más "duros de cerviz".  Las frases "erguir la cerviz" y "tener el cuello tieso como un animal testarudo" ejemplifican la terca obstinación de los pecadores contra las instrucciones y mandamientos de Dios.  "El hombre que reprendido endurece la cerviz, de repente será quebrantado, y no habrá para él medicina" (Proverbios 29: 1).

Corazín, Betsaida y Capernaúm son las ciudades donde Jesús realizó la mayor cantidad de milagros, es decir estuvo ejerciendo un ministerio más profundo de sanidad espiritual y física. La Biblia relata que los habitantes de estas ciudades “todavía no se arrepentían de sus pecados”.  En Mateo 11: 20-24, vemos a estos pueblos  como “ciudades impenitentes” y  Capernaúm es comparada con Sodoma.  Caná es una aldea a pocos kilómetros de Nazaret que estaba situada en el camino a Capernaúm.

En pocas palabras, eran en general pueblos indomables. Los profetas no pudieron mejorar gran cosa sobre las costumbres de estos pueblos, pero Jesús sabía que no todo estaba perdido y que los habitantes de estos pueblos requerían una mayor atención de su parte. Eran pueblos que se habían alejado de los mandamientos de Dios y Jesús tenía un sentimiento especial para sus habitantes.
En Caná, Jesús se presenta a Natanael con la frase: "He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño"  y  Natanael  lo reconoció enseguida; no más verlo le dijo "Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel" (Juan 1: 47, 49). Natanael fue uno de los doce discípulos de Jesús, que Él renombró como Bartolomé, y  fiel compañero en Su ministerio.

2) Otra razón, puede ser la profunda conexión entre Jesús y su madre María.

María sabe que Jesús es el Mesías y recurre a Él. El Evangelio describe que estando en Caná de Galilea, Jesús, su madre María y discípulos de Jesús fueron invitados a unas bodas. En un momento dado, María sabe que no hay vino. Esto es un asunto importante para el pueblo judío.  Durante estas bodas, se ha terminado la bebida de la vid que ha estado presente desde el inicio de los tiempos en todas las civilizaciones (junto con el trigo y la sal).  El vino, o el mosto no fermentado, era un componente importante durante la fiesta matrimonial de los israelitas. El pretendiente da de beber a su prometida y desde el momento en que ésta acepta se da por hecho el matrimonio.

María se acerca a Jesús y le comenta "No tienen vino" que se convierte en el ruego de "haz algo". Jesús interpreta la petición de su madre y le responde "este no es mi momento".  María, que conoce profundamente a Jesús, comenta a los sirvientes "haced lo que Él os diga", en otras palabras “dejémoslo a su potestad” y “vosotros seréis testigos”.

La respuesta de Jesús, no será la única de su tipo. Recordemos la fe de la mujer sirofenicia (griega) que se postró a los pies de Jesús para implorar por la salud de su hija.  La respuesta de Jesús la pone a prueba, parece decirle ¿de verdad crees en el Hijo de Dios? Cuando la contestación de la mujer indica el tamaño de la fe que tiene en Jesús, el Hijo de Dios le responde "Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija"  y el milagro se ha realizado (Marcos 7: 24-30).

La respuesta de María “sin palabras” en el Evangelio parece decir: Te conozco y sé que  tomarás cartas en el asunto. No era necesario responder a Jesús porque era cierto que su momento no había llegado todavía y María lo sabía.

II. En qué consiste el primer milagro de Jesús

El agua reservada para purificación en seis tinajas de piedra es convertida en vino bueno.  ¿Qué es un milagro? ¿Por qué Jesús utiliza en su ministerio el recurso de los milagros? Esto me recuerda la expresión en la cara de los chiquillos cuando ven un hecho mágico. La sorpresa, algo inesperado, se ha logrado algo que no se creía que pudiera ocurrir. Pero los milagros de Jesús no consistían en el engaño ni el truco, no tenían nada que ver con la magia.

Si el mundo tal cual estaba en ese tiempo fuera totalmente crédulo y respetuoso de los mandamientos de Dios, ¿habría sido necesario el sacrificio de Jesús?, ¿de qué manera podía Jesús  impactar a una gente desobediente, incrédula, irrespetuosa e inmadura espiritualmente? El "recurso del milagro" era necesario para hacer creer en la divinidad de Dios y en su poder.  Jesús dijo al oficial de Caná que rogaba por su hijo:  “Si no viereis señales y prodigios, no creeréis” (Juan 4: 46-54). El milagro es la señal divina, es obra para el bien y no para el mal. La Biblia relata muchas señales y  maravillas de Jesús, y los apóstoles de Jesús también hicieron milagros cuando el Espíritu Santo se derramó sobre ellos (Hechos 5: 16).

Los creyentes tenemos un Camino que debemos saber recorrer. Recordemos el relato del joven endemoniado que Jesús sana (Mateo 17: 14-21). El padre del joven le dice a Jesús: "... lo he traído a tus discípulos, pero no le han podido sanar". Y los discípulos le dicen a Jesús después de la sanación del joven: ¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera al demonio?  Y ¿cuál fue la respuesta de Jesús?: "Por vuestra poca fe ... si tuviereis fe como un grano de mostaza ... nada os será imposible". Y agrega el Maestro: "Pero este género no sale sino con oración y ayuno." Este es nuestro Camino, el cristiano aprende de cada paso que da.

Durante su ministerio, Jesús realizó milagros de curaciones, expulsión de demonios, resurrección de los muertos y control sobre la naturaleza. Todos estos milagros de Jesús, de señales y maravillas del Hijo de Dios, son un legado para nosotros los cristianos. Respondamos entonces como el Salmo, “Adoren al Señor en la hermosura de su santidad … y pregonen entre las naciones: “El Señor es Rey”…  (Salmo 96: 1-10).

En resumen, las lecturas nos muestran  a un Dios misericordioso, un pastor que cuida de sus ovejas perdidas, mientras más pecador eres más amor recibes en la oportunidad del perdón.  ¿Que no hará un padre si ve a uno de sus hijos descarriado?, mucho más hace Dios con sus hijos.  Por otra parte también comprobamos que Jesús quiere que quien se acerque a Él sea una persona crédula en nuestro Dios Omnipotente; no te acerques con duda, tener fe es lo más poderoso.  Dios transforma de muchas maneras a quien tiene fe. Con el pasaje de las Bodas de Caná recordamos que el agua para purificación fue convertida en vino bueno. Dios puede hacernos cambiar para bien según su Plan.

Oración
Amado Padre:  Queremos acercarnos a Ti con fe, con convicción sobre lo que todavía no entendemos. Derrama sobre nosotros los Dones del Espíritu Santo y quita el velo de nuestro ser para que podamos ver el Plan que tienes para cada uno de nosotros en esta tierra. Te damos gracias por la oportunidad que tenemos de creer en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Cuida de nosotros en este mundo de incertidumbre y ayúdanos a vencer las dudas con la Fe. Te lo pedimos en el Nombre de tu Hijo Jesucristo.  Amén.

Elaborado por Lidia Gutiérrez